[Concurso] Las pruebas de Santa

En la noche serena, estrellas brillan con luz,
Un manto de nieve cubre la quietud.
En el aire se siente, la magia de la paz,
Es la Nochebuena, el amor nos abraza.

Noche de paz, noche de amor,
Todo se calma, reina el fervor.
En Belén nace el Salvador,
Gloria a Dios en las alturas, con gran esplendor.

Pastores en el campo, sus ovejas velar,
Ángeles cantando, anuncian gran verdad.
El niño en el pesebre, con sonrisa de sol,
La esperanza florece, en cada corazón.

Noche de paz, noche de amor,
Todo se calma, reina el fervor.
En Belén nace el Salvador,
Gloria a Dios en las alturas, con gran esplendor.

Campanas que suenan, resonando en la ciudad,
Celebramos unidos, la natividad.
Regalos y abrazos, en esta festividad,
Recordando el milagro, con gratitud y bondad.

Familias se reúnen, alrededor del calor,
La esperanza y alegría, llenan cada rincón.
Que la paz perdure, en todo el planeta,
Que el amor y la luz, guíen nuestra senda.

Noche de paz, noche de amor,
Todo se calma, reina el fervor.
En Belén nace el Salvador,
Gloria a Dios en las alturas, con gran esplendor.

Bajo el cielo estrellado, la noche se despidió,
Pero la luz divina, en nuestros corazones quedó.
Que la Noche de Paz, nos inspire a amar,
A construir un mundo, donde siempre reine la paz.

Título: Noche de Estrellas

En la ciudad iluminada, luces destellan con esplendor,

La nieve cae suavemente, cubriendo todo de blanco color.

En cada rincón se siente, la magia que el invierno trae,

Es la época querida, de compartir y amar sin cesar.

Luces de Navidad, brillan con intensidad,

Guiando nuestros pasos, en esta festividad.

Campanas que anuncian, la alegría en el aire,

En esta noche especial, el amor es nuestro lazo más fuerte.

Niños construyen muñecos, en la nieve juegan con fervor,

Los sueños de esperanza, llenan cada corazón.

En la mesa familiar, el aroma a tradición,

Cautiva los sentidos, creando unión.

Luces de Navidad, brillan con intensidad,

Guiando nuestros pasos, en esta festividad.

Campanas que anuncian, la alegría en el aire,

En esta noche especial, el amor es nuestro lazo más fuerte.

Regalos envueltos, llenan el árbol con color,

Amistad y caridad, en esta hermosa labor.

Cantemos juntos, melodías de felicidad,

Que resuene en cada corazón, la paz y fraternidad.

Estrellas en el cielo, testigos de nuestra unión,

Que esta Navidad, sea un canto de bendición.

Brindemos por la vida, por momentos de bondad,

Que la luz de la Navidad, guíe nuestro caminar.

Luces de Navidad, brillan con intensidad,

Guiando nuestros pasos, en esta festividad.

Campanas que anuncian, la alegría en el aire,

En esta noche especial, el amor es nuestro lazo más fuerte.

Que el espíritu navideño, perdure en el tiempo,

Que cada luz que brilla, sea un faro de aliento.

En esta Noche Santa, celebremos con gratitud,

La magia de la Navidad, ¡un regalo de plenitud!

Campana sobre campana

y sobre campana una

asómate a la ventana

veros a un niño en la cuna.

Belén

Campanas de Belén

que los Ángeles tocan

que nuevas me traéis.

Recogido tu rebaño

adonde vas pastorcillo?

Voy a llevar el portal

requesón, manteca y vino.

Campana sobre campana

y sobre campana dos

asómate a la ventana

porque esta naciendo Dios.

Caminando a media noche

¿donde caminas pastor?

le llevo al niño que nace

como a Dios mi corazón.

Campana sobre campana

y sobre campana tres

en una cruz a esta hora

del niño va a padecer

Dime Niño

Dime Niño ¿de quién eres

todo vestidito de blanco?

Soy de la Virgen María

y del Espíritu Santo.

Resuenen con alegría

los cánticos de mi tierra

y viva el Niño de Dios

que nació en la Nochebuena.

La Nochebuena se viene, tururú

la Nochebuena se va.

Y nosotros nos iremos, tururú

y no volveremos más.

Dime Niño ¿de quién eres

y si te llamas Jesús?

Soy amor en el pesebre

y sufrimiento en la Cruz.

Resuenen con alegría
los cánticos de mi tierra

y viva el Niño de Dios

que nació en la Nochebuena.

En el bosque nevado, el silencio va,
Árboles adornados, con nieve y paz.
Los animales susurran, un mensaje de amor,
En esta Nochebuena, brilla el Redentor.

Noche de estrellas, destellos de luz,
Cantemos juntos, el gozo de la cruz.
Con regalos de amistad, y risas alrededor,
Celebramos unidos, el nacimiento del Salvador.

En la chimenea, danza la llama,
El calor de la familia, nos llena de calma.
Los niños sueñan, con juguetes y risas,
Santa reparte alegría, en su trineo sin prisa.

Noche de esperanza, en cada rincón,
La magia de la Navidad, une corazón.

Brindemos por la vida, con copas de bondad,
En esta Navidad, que reine la paz.

En la mesa abundante, aroma a festín,
Compartimos risas, en familia y confín.
El pan y el vino, símbolos de unión,
Recordamos el amor, en esta celebración.

Noche de recuerdos, de historias que contar,
La Navidad nos une, en un dulce cantar.
Con luces parpadeantes, y abrazos de amistad,
Celebremos todos, ¡Feliz Navidad!

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Había una vez en un pequeño pueblo cubierto de nieve llamado Inviernoville, donde la magia de la Navidad llenaba el aire. En el centro del pueblo, vivía un anciano llamado Elías, conocido por todos como el "Guardián de la Alegría".

Elías era un hombre amable con una larga barba blanca y ojos brillantes como estrellas. Todos los años, él se encargaba de asegurarse de que la Navidad fuera especial para cada habitante del pueblo. Este año, sin embargo, algo parecía faltar. La gente estaba ocupada con sus vidas y no sentía la misma emoción navideña de siempre.

Una noche, Elías decidió hacer algo especial para avivar el espíritu navideño. Se puso su abrigo rojo, tomó un saco lleno de regalos y comenzó a caminar por el pueblo, tocando su campana mágica para llamar la atención de todos.

La gente salió de sus casas, sorprendida por la visita del Guardián de la Alegría. Elías les entregó a cada uno un pequeño regalo envuelto en papel brillante y les recordó el verdadero significado de la Navidad: el amor, la amistad y la generosidad.

A medida que Elías repartía regalos y compartía historias alegres, algo mágico sucedió. Las luces de las casas comenzaron a brillar más intensamente, la nieve parecía más suave y la risa llenó el aire. La magia de la Navidad volvió a Inviernoville.

Al final de la noche, la gente se reunió en la plaza del pueblo para agradecer a Elías. Entre risas y abrazos, comprendieron que la verdadera magia de la Navidad estaba en compartir momentos especiales con sus seres queridos.

Desde entonces, Inviernoville celebró la Navidad de una manera más especial. La historia del Guardián de la Alegría se convirtió en una tradición, recordándoles a todos la importancia de la generosidad y el amor durante la temporada navideña.

🤦‍♂️

Era una fría noche de diciembre en Londres. La nieve caía suavemente sobre la ciudad, creando un manto blanco y brillante. En una pequeña calle, una mujer caminaba sola, con el rostro cubierto por un sombrero y una bufanda.

La mujer se llamaba Laura y tenía 35 años. Llevaba divorciada de su marido, David, desde hacía cinco años. Su relación había sido muy difícil, llena de discusiones y reproches. Laura había intentado salvarla, pero al final había sido imposible.

Laura estaba sola en Navidad por primera vez en su vida. Sus hijos vivían con su padre y ella no tenía a nadie con quien pasar las fiestas. Se sentía triste y melancólica.

De repente, Laura vio una figura familiar a lo lejos. Era David. También estaba caminando solo, con el rostro sombrío.

Laura se detuvo, sin saber qué hacer. David la vio y se detuvo también.

"Laura", dijo David. "¿Qué haces aquí?"

Laura no sabía qué decir.

"Es Navidad", dijo David. "Pensé que podríamos pasarla juntos".

Laura lo miró a los ojos. Vio que estaba siendo sincero.

"De acuerdo", dijo Laura. "Pasemos la Navidad juntos".

David sonrió.

"Me alegro", dijo.

David y Laura se abrazaron. Fue un abrazo cálido y reconfortante.

Pasaron la Navidad juntos, en casa de David. Fue una Navidad tranquila y acogedora. Hablaron mucho, se rieron y recordaron viejos tiempos.

Al final de la noche, Laura se sintió feliz. Habían pasado un buen rato juntos y se habían dado cuenta de que todavía se querían.

"¿Qué pasa con nosotros?", le preguntó Laura a David.

"No lo sé", dijo David. "Pero quiero intentarlo de nuevo".

Laura sonrió.

"Yo también", dijo.

David y Laura se dieron un beso. Fue un beso dulce y apasionado.

La Navidad había traído una segunda oportunidad para ellos. Una oportunidad para amar de nuevo.

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Quote from Todesfee

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Era una noche fría de diciembre en Lisboa Portugal. El cielo estaba cubierto de estrellas y la luna brillaba intensamente. En una pequeña casa, un niño llamado Juan se preparaba para ir a la cama.

Juan era un niño muy bueno y cariñoso. Le encantaba la Navidad y estaba deseando que llegara el día siguiente. Pero esa noche, Juan estaba un poco triste. Su abuelo, que era su persona favorita del mundo, había fallecido hacía unos meses.

Juan se acostó y cerró los ojos. De repente, vio una luz brillante en el techo de su habitación. La luz se hizo cada vez más grande y, finalmente, se convirtió en una figura de un hombre con barba blanca y un traje rojo.

-¿Quién eres? - preguntó Juan.

-Soy Papá Noel - respondió el hombre. - He venido a traerte un regalo de Navidad.

-Papá Noel le entregó a Juan un paquete envuelto en papel de regalo. Juan lo abrió con cuidado y encontró un pequeño muñeco de madera.

-Es un muñeco de un abuelo - dijo Juan.

-Sí, lo es - respondió Papá Noel. - Es un regalo de tu abuelo. Él quería que lo tuvieras esta Navidad.

Juan sonrió. Estaba muy feliz de tener un regalo de su abuelo. Abrazó a Papá Noel y le dio las gracias.

Feliz Navidad - dijo Papá Noel.

Y con esas palabras, Papá Noel desapareció.

Juan se quedó mirando el muñeco de madera. Sabía que era un regalo muy especial. Lo colocó debajo de su árbol de Navidad y se quedó dormido pensando en su abuelo.

Fin